27/12/17

INOCENTES

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 27/12/2017. Contraportada.

 Escribe Mateo —solo él— que en alguna de las inmarcesibles brumas del judeocristianismo hubo una fea matanza: todo varoncito menor de dos años, en Belén, fue pasado por la espada. ¿Registros históricos? Los habituales en estas narraciones: ninguno.
Parece de muy mal gusto celebrar tal fake event con las bromas que caracterizan al día de los inocentes. Su origen está en la obsesión de la Iglesia por poseer y resignificar toda fiesta romana y prerromana. De esta forma, cristianizó las saturnalia, un casi carnaval en diciembre, convirtiendo lo del día 28 en una marcianada.
Luego, algún padre de la Iglesia interpretó que la matanza era un signo para el Cristo a la manera de Moisés, que también tuvo su matanza de primogénitos egipcios. ¡Acabáramos! No hay barreras para la conquista de significados o profecías. Lástima que Moisés tampoco existiera —a pesar de la esplendidez física de Charlon Heston—. Qué magnífico Prometeo este falso príncipe egipcio que prácticamente convirtió a unos pastores marginales en reino…
Hace una semana murió el cardenal Bernard Law, el encubridor de los abusos sexuales de más de 130 niños en su diócesis de Boston. Para que este otro príncipe pudiera eludir la justicia norteamericana, el papa Juan Pablo II le dio asilo e inmunidad en el Vaticano. Y allí se ha muerto. La historia de esta complicidad institucional con los abusos y violaciones cometidos por los sacerdotes fue narrada en una investigación periodística del Boston Globe que obtuvo el premio Pulitzer y, más tarde, en la oscarizada película, Spotlight. Más recientemente la soberbia serie de Netflix The Keepers ha contado lo sucedido en otro feudo católico, Baltimore. Lamentablemente, se trata de un mal endémico. Tras comisiones de investigación en Irlanda, Estados Unidos, Australia y cientos de juicios por todo el mundo, más el análisis de expertos independientes, se ha estimado que entre el 7 y el 9% del clero católico comete abusos sexuales sobre niños —cifras mayores en ciertas órdenes, según determinaron las comisiones irlandesa y australiana—.
Conceptualmente, el sufrimiento de los niños abusados se acerca mucho más al inconsolable dolor de la historia de la matanza evangélica. Y, aunque entre nosotros sigamos haciendo bromas, nuestro total apoyo y exigencia de plena justicia debe ser para las víctimas, los inocentes; nunca para los Herodes. 


13/12/17

EMBUDOS VENDO

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 13/12/2017. Contraportada.

Tras asegurar el alcalde Lacalle que las excavaciones realizadas en el solar del Cid iban a confirmar la tradición oral de una casa de la familia del de Vivar, R. Pérez Barredo entrevistó en Diario de Burgos al catedrático de historia medieval, Dr. Francisco Javier Peña Pérez, uno de los mayores expertos internacionales en la figura del Cid. El profesor señaló la imposibilidad de que el Cid hubiera vivido en el solar mencionado y calificaba toda la información relativa a ese espacio como un puro acto de especulación inmobiliaria de los monjes de Cardeña para sacarle los cuartos al siempre crédulo ayuntamiento
Al día siguiente, bajo un faldón titulado “Puigdemont es una caricatura al cuadrado”, Antonio José Mencía escribía su particular respuesta al prof. Peña —sin mencionarle— en una columna titulada “El Cid”. Mencía, quejoso, se quedaba con su Cid de la infancia, al que sumaba el Capitán Trueno y el Jabato. Trató de validar la infumable operación Tizona —la millonaria compra de una espada que se ha querido hacer pasar por la del Cid sin prueba fehaciente alguna—. Lo importante no es la historia sino la memoria sentimental, “los valores del mito”, venía a concluir quien ha sido director de comunicación de un museo de historia… La leyenda manda. Se quiere convertir a Burgos en parque temático cidiano y nada debe obstaculizarlo. Llámese Historia, llámese verdad.
Han sido legión quienes han criticado la manipulación histórica hecha por el independentismo catalán: la invención de los Països Catalans; la inexactitud de que la  corona fuera catalano-aragonesa; la pretensión de convertir la derrota de la Guerra de Sucesión —la Diada— en la pérdida de no sé qué inventada independencia catalana a manos castellanas; que la guerra civil de 1936 sucediera únicamente en Cataluña, o que solo los catalanes fueran los reprimidos por el franquismo... A aquellos les exigimos rigor. ¿Y qué pasa con las otras manipulaciones históricas? ¿Sólo porque nos inunda la nostalgia hemos de cerrar los ojos ante las falsedades que enseñó la escuela franquista? Lo siguiente, claro, es declarar innecesaria la Ley de Memoria Histórica... Y así nos va, confundiendo verdad con ajustes de cuentas… Y ya puestos ¿para qué una Universidad con investigadores tan pesados que se empeñan en deshacer mitos tan bonitos, las grandiosas leyendas?
Creerán Mencía, Lacalle y demás que así hacen patria. Es lo que viene haciendo Esquerra…