24/1/18

CURSO (ON-LINE) DE CORRUPCIÓN

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 24/01/2018. Contraportada.

Requisitos: ausencia de escrúpulos, ambición desmedida y fijación por el enriquecimiento. El alumno habrá de contar con un capital inicial (no es necesario especificar su origen).
El objetivo de esta formación es enseñar a conseguir ingentes cantidades de dinero público ilícitamente. Se trata, pues, de una materia con un único fin al que se subordinan todos los medios, no importa cuáles. Obviamente, toda ideología propensa a la equidad social, la solidaridad interclasista o la mejora de los servicios públicos es incompatible con esta cualificación.
La metodología de aprendizaje se basa en la comprensión de la benéfica relación empresario-político, a un nivel básico. Para grandes o continuadas operaciones se puede ampliar la relación fabril al conjunto del partido político.
El empresario, (denomínesele emprendedor si se prefiere), es el primer elemento necesario. Puede ser un titular único y acaparador de los beneficios de su empresa o bien un alto cargo de una multinacional, especialmente del sector obra pública y servicios. El empresario, en adelante el corruptor, pondrá en marcha la operación mediante la compra de voluntades ajenas para la alteración de condiciones legales y manipulación de la libre competencia en servicios y contratas públicas.  
La parte comprada suele ser un político local, a lo sumo regional. Esta condición es importante dada la tendencia al clientelismo de la administración municipal, provincial y regional. La condición clientelar tiene que ver con el secular acaparamiento por parte de ciertos grupos sociales de los puestos políticos inmediatos, control extendido a la provisión de buena parte de los puestos de funcionario. Esto permite percibir a la institución como propia, (léase, de cierto cuerpo/clase social o partido político). Derivado de ello, el político se sentirá impune en su vaciamiento de las arcas públicas.
Obviamente, corresponde al empresario el papel más interesante en esta relación. Amén de obtener el beneficio mayor mediante el acceso a licitaciones y contratos amañados, sus servicios quedarán fuera de enojosos controles incrementando aún más sus ganancias al emplear materiales o servicios de inferior calidad a la que hubiera exigido un concurso limpio. Dado que los ciudadanos perjudicados ignoran que lo son, esto permite al corruptor atesorar crédito social.
Otras ventajas añadidas: la justicia española tiende a dejar libre de encausamiento al empresario corruptor. Las posibles multas quedan muy por debajo de los beneficios obtenidos.
Abierto plazo de matrícula. 1200 € (solo ahora, -20%).


10/1/18

¡MEHR LICHT!

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 10/01/2018. Contraportada.

Una vez contestada como corresponde la arremetida de Sarmiento (http://bit.ly/2mlNbCi), volvamos a la abracadabrante actualidad.
Sin aliento nos deja Oriol Junqueras en su insistencia de merecer la excarcelación porque es creyente, ergo, no violento. La pretendida correlación entre pacífico y creyente mueve a risa a cualquiera que sepa algo de historia o simplemente abra un periódico de vez en cuando. Las matanzas que ofrecen los anales de toda época y sociedad en nombre de sus dioses no parecen los mejores atenuantes para el líder de ERC. Además, como es sabido, todos los nacionalistas son fervientes creyentes, lo que habrá hecho pensar al juez que lo de este hombre es contumacia.
La cristiana o pacífica conculcación de las leyes no puede ocultar el hecho fundamental de su atropello. Que el PP ha sido torpe en extremo al esperar que se pudra el problema catalán no oculta que los independentistas han atentado contra el ordenamiento jurídico con clara voluntad de hacerlo. Luego uno escucha a Ada Colau lamentándose de que se prive de libertad a Junqueras dado que no ha cometido ningún acto violento y se comprende el descalabro de En Comú Podem. El argumento de la alcaldesa se las trae. Vamos, que de un plumazo soluciona todos los juicios por corrupción, doble contabilidad, amaño de contratas, Bankia, tarjetas black… delitos que perfectamente se practican silbando (pacíficamente).
Así está la política, rebosante de confusión y descrédito. No es que los conceptos estén superados —derecha, izquierda…—, es que sus ocupantes se pudren en vida. El lío independentista ha asolado las lógicas políticas por compromisos sagrados que han desdibujado los idearios. Los indepes viven de una fantasía en technicolor. El resto quiere pescar en aguas ajenas y solo cosechan desencanto y distancia. A C’s, sin embargo, le sale bien la carambola. Enmascarado con el simple y contundente No al independentismo, ha recibido el voto de quienes en otras circunstancias no apoyarían su neoliberalismo de pijos. Su mies crece mientras asistimos a la descomposición Popular y su miríada de juicios por corrupción. Qué espectáculo el de Rato ayer en el Congreso. Casi abronca como Pujol. Al PP no le salvan ya ni expertos en tanatopraxia. Mientras, Oriol reza al mismo dios que Rajoy, y parece que con el mismo caso.


3/1/18

LAS HOJAS DEL RÁBANO

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA


Desbarra mi querido Alejandro Sarmiento en su columna del DB del domingo 31 de diciembre cuando dice que arremetí contra Antonio José Mencía por recordar al Cid literario. Y vuelve a hacerlo al afirmar que califiqué al Mio Cid de abracadabrante felón. Lo que recoge toda su columna no llega a media verdad. Es, simplemente, falaz. Como lo es atribuirme intención de zaherir al Sr. Mencía. Me confunde. Yo atiendo a los argumentos, no hago crítica ad hominem.

Mi texto, “Embudos vendo” (Diario de Burgos, 13/12/2017, también recogida en este blog), mostraba cómo solemos ver la paja en el ojo ajeno cuando se trata de las manipulaciones históricas del nacionalismo catalán, mientras sostenemos inmensas tragaderas de lo nuestro. Mencía no hablaba exactamente del Cantar sino del Cid que aprendió en EGB, que es cosa distinta. (Que de una columna que trata sobre las mentiras nacionalistas, Sarmiento quede preocupado por el Cid de la infancia de Mencía es un maravilloso ejemplo de los distintos planos de lectura que un texto llega a tener).

La posición sostenida en aquella columna por tan avezado director de medios era la de la nostalgia, algo no exento de riesgos, especialmente cuando los datos de su recuerdo proceden de programas elaborados por la dictadura. La responsabilidad que se ejerce cuando uno opina en prensa obliga a revisar argumentos y bagajes para, desprejuiciado de voluntades ajenas, poder emitir juicios lo más sólidos posibles. Así, sostener la validez de la compra de una espada que le dicen Tizona —y no lo es— por 1,6 millones de euros —600.000 de dinero de la Junta—, necesita más argumentos que cierto tipo de nostalgia —el Ministerio de Cultura rechazó su adquisición—. Todo el mundo tiene derecho a decir lo que quiera, pero hacerlo a través de un medio de comunicación conlleva aceptar la posibilidad de la réplica, por supuesto, argumentada. Escribir no es un arte al alcance de todos. Ni muchas citas se vuelven razones, ni pobres sarcasmos horadan murallas.

Retomando el fondo, es obvio que el Cantar del Mío Cid es una de las grandes obras de la épica europea. Y también, que tales obras —como Beowulf, Roldán, los Nibelungos, etc.— pertenecen al mundo de la ficción, y como tales son apreciadas. Pero, supongo, todos sabemos distinguir lo literario de lo histórico. De tales distinciones, de la costosa irrupción de la ciencia, la humanidad ha ido construyendo su camino a la libertad. Y así, por ejemplo, convenimos en que la biblia no explica científicamente el origen de la vida ni el de las especies; o que las leyendas no son historia —aun cuando puedan tener un interés histórico.
El aprecio a una obra literaria no depende de una ideología, sino de formación y sensibilidad. (Qué obviedad señalar que los exiliados españoles gustaban del Mio Cid). La manipulación de una leyenda con fines propagandísticos ya es otra cosa. A Franco el Cantar del Mio Cid le importaba una higa, no así el uso de la figura cidiana en beneficio propio. No es casual, una vez más, que el caudillo inaugurara la estatua del otro caudillo que, casualmente, se rebeló contra su rey…

Sarmiento pierde la perspectiva de la polémica: la pretensión de Lacalle, verdadera alcaldada, de que en el llamado Solar del Cid había históricamente unas casas de propiedad del guerrero, lo que justificaría la pretensión de tematizar Burgos como parque cidiano.

La literatura tiene difícil asiento y corresponde al mundo de las emociones. No así la historia que, ante todo, vive del rigor. El turismo tiene otros intereses —como el nacionalismo—. Pero, digo yo, no será a costa de degradar o depreciar a nuestros investigadores..., ¿verdad, querido gestor cultural?

(Podría citar a Mairena —para lo del rábano—, pero yo creo que se entiende por sí solo…).





[Contesto aquí lo que debiera haberse recogido en otro lugar, 
en paridad extensiva al ocasionador de esta respuesta]