30/5/18

MAYO DEL 18

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 30/05/2018. Contraportada.

Vase mayo y deja un tufillo a heces, no exactamente fértil. Más bien a putrefacto, a corrupción…
Fue por mayo, cuando con las aves alborozadas y los cerezos en flor, que los estudiantes enviscados exigieron a gritos soñar. De aquel imaginar la playa bajo los adoquines quedó más de lo reconocido: la nostalgia por una pureza casi infantil capaz de figurarse el mundo joven, dispuesto al bien y a la solidaridad. Mayo del 68 fue el último asomo de ética espontánea —apenas dos meses, la verdad— en un mundo que posteriormente se precipitaría hacia la hijoputez del thacherismo y la reaganomics, el sucio e inhóspito neoliberalismo que, con el consabido retraso para España, meció en sus brazos la torva mezquindad de los gobiernos de Aznar, sus privatizaciones y su hoy permanente desfilar hacia los calabozos.
El tufillo va siendo hedor. Las comparecencias del gobierno y de los responsables del Partido Popular tras la sentencia del caso Gürtel evidencian el hurto de los valores democráticos, la ausencia de dignidad y virtud en la política española. No es verdad que se sientan servidores públicos. El partido condenado judicialmente se resiste a perder el control de las instituciones que cree le son privativas —por clase, por ideología, por sanción divina—. Su infame y decadente fin de fiesta aboca al paro a todos esos satélites que conciben la política como chiringuito, y al partido como potente agencia de colocación y forraje de mediocres. Henos contemplando la caída de su particular y corrupta Roma: la del pelotazo y el dopaje, la de los sobres y las comisiones, la de la patrimonialización de lo público y la buscada confusión de los poderes del Estado.
No, el Partido Popular no es España. Habrá quienes lo crean —los acérrimos del PP y puede que los independentistas catalanes—. Acábese ya con esta pamplina catastrofista. Vayamos de una vez a la negociación política y al respeto de la heterogeneidad de nuestra sociedad. Resulta ridículo ese morir del PP calificando de impuros los votos de aquellos que, justamente, queremos en las instituciones y no proclamando declaraciones unilaterales de independencia. Necesitamos recuperar la ética civil, volver a empezar. Lo insoportable es esta indignidad en la que vivimos y que tan imposible se me hace explicar a mis hijos.




27/5/18

Conmovedor homenaje a nuestro querido Tino Barriuso 
por Rodrigo Pérez Barredo y Mariano Mangas:


16/5/18

LA LOCURA

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 16/05/2018. Contraportada.

En casa andamos perplejos con todo lo de Cataluña. Hemos seguido con atención el procès con la doble mirada de un español desprejuiciado y una puertorriqueña independentista que sabe lo que es realmente vivir en un sistema colonial —de EE.UU.—, bajo leyes constrictoras y económicamente intervenido. ¡Y con 5 referendos sobre su estatus! Pues bien, conscientes de la malhadada gestión de Rajoy del asunto catalán, las decisiones de la Generalitat y el Parlament nos han provocado todas las emociones posibles: sorpresa, incredulidad, dudas, indignación, bochorno, hartazgo, vergüenza… Ahora, con lo de Torra estamos en un pasmo muy grande.
Al conocerse públicamente los escritos racistas y supremacistas del President, todo el mundo se pregunta cómo el dueño de tales ideas se encuentra al frente de una institución contemporánea europea. Item más, ¿cómo es posible que personas que conocían a este buen Torra le describieran como un hombre culto?
Quim Torra ha llegado ahí, —como el propio procès bajo el impulso dado por la extinta CDC ahora PdCat—, por lo que subyace en el ultranacionalismo de estas clases acomodadas catalanas: una convicción supremacista que, tomando expresiones trasnochadas del siglo XIX, creen encontrar razones a su xenofobia en supuestas bases biológicas que, de paso, esconden su profundo clasismo e insolidaridad. Lo afirmó Artur Más: “somos más germánicos que romanos”, al explicar que la marca carolingia habría dotado a los catalanes de un ADN no mediterráneo. Salvador Cardús: “la corrupción en Cataluña es consecuencia de su españolización en las últimas décadas”. O el flamante president Torra refiriéndose a los castellanohablantes: “bestias con forma humana”.
¿Cómo se ha llegado a esto? Pues acumulando odio, estupidez, cerrazón y egoísmo. Un camino por el que se han aupado a casi todos los fanáticos y por el que han discurrido la mayor parte de los horrores de la historia reciente. Por ahí corren, igualmente, Marie Le Pen, Berlusconi, Viktor Orbán, Nigel Farage, Geert Wilders, Norbert Hofer, Donald Trump… 
En cuanto a la cultura de tan acomodadas burguesías, que nadie se confunda, no es una formación intelectual para la mejora de la sociedad, sino una barrera artificial más con la que marcar su distingo y distancia cultural. Aún a riesgo de decir santas barbaridades.
Lo increíble es constatar cómo lo irracional y absurdo parecen normalizarse frente a todo sentido común.



2/5/18

CLOACALAND

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 02/05/2018. Contraportada.

Parece que el luengamente anunciado fin de ciclo político va a ser, como mínimo, agitado.  Lo del Partido Popular de Madrid, con cuatro presidentes imputados o al borde de serlo y exconsejeros recetando cavar fosas mientras amenazan tirar de no sé cuántas mantas…, ha superado a todo culebrón imaginable. Una tormenta perfecta nutrida de sus infectas cloacas —incluyendo lo del máster, no se engañen—. Más que ante el Armagedón parecemos estar ante una versión —aún más cutre— de la República de Saló.
¿Hasta dónde llegará la ola? Ni Nostradamus se atrevería a vaticinar, pues no es solo una cuestión de ideología —v. gr., yo no acabo de ver la gran novedad programática de C’s—. Se trata, más bien, de un inmenso hartazgo. La prepotencia y voracidad de los partidos políticos, su afán de acaparamiento desmedido, hacen insostenible su pervivencia. Ni los más afines pueden justificar los abusos de tantos años de endogamia cerril, de amiguismo descontrolado, de incompetencia, ineducación y corrupción. Por la cloaca irá el PP —acolchando su caída con el infame control de RTVE—, pero morirá matando… Y sirviendo la victoria a Albert Dorian Gray Rivera.
Políticamente, el mundo, Europa, están inmersos en una oleada de penoso conservadurismo con gravísimas desviaciones ultramontanas, en gran medida propiciada por los grandes medios de comunicación. Desde hace décadas, los poderes financiero-políticos dueños de los mass-media han bombardeado a la población con ideas de anomia, destrucción y caos, generando una permanente ansiedad colectiva, especialmente en las cohortes de mayor edad, —no se olviden, las predominantes en nuestras envejecidas sociedades—. Fundado el miedo y la ira —las tan mentadas fake news—, llega el mensaje tranquilizador de los candidatos que prometen enchironar a todo el que se menee, dar inacabables penas de prisión, expulsar a los inmigrantes, detectar cualquier terrorismo —hasta el inexistente—, aumentar el gasto en policía, en controles, en alarmas… Así se consiguen los gobiernos y los brexits, o convertir a un loco en president.
¿Tenemos lo que merecemos? Desde luego, tenemos lo que votamos. Sin embargo, la calle ha mostrado ya su infidelidad con la vieja política y las instituciones polvorientas y entelaradas. Lo hizo el 8 de marzo, y de nuevo ayer. Ojalá no nos mareen en ruedas de casting y maquillaje, sin alternativas reales. Merecemos otra cosa.