DIARIO DE BURGOS, 18/02/2025. Página 5.
Hace ya
algunos años que, incluso para sorpresa de muchos, el fascismo adquirió las
maneras del hombre educado. En realidad, esto fue siempre así. Antes de los
uniformes siempre vinieron las corbatas. Las conferencias primeras de Hitler
por las cervecerías y salones eran con chaqueta y lazo. Así se produjo la
reentrada de los neonazis en nuestro presente europeo, de la mano de individuos
de aspecto atildado, bien peinados y vestidos, de suaves maneras, que nada
tenían que ver con los agresivos comportamientos de los skinheads de décadas
anteriores.
Como en la
Europa de entreguerras, el triunfo de Trump en Estados Unidos se ha construido
sobre una inmensa bolsa de descontento y abandono, también sobre un inmenso
ejercicio de irresponsabilidad y dilapidación de oportunidad de los demócratas.
El voto ganado por Trump procede de sectores llenos de frustración y abandono,
de hastío, de hartazgo, de miedo e inseguridad. Mientras los demócratas eran
cada vez más identificados con las élites pijas, dedicados a conflictos lejanos
y desasosegantes, a causas rayanas en la fabulación ─como las
microidentidades─, grandes bolsas de desencantados, minorías, jóvenes, mujeres,
el inmenso precariado que precisa dos y tres trabajos para sobrevivir en una
sociedad sin atención social gratuita, inmigrantes regularizados, los entornos
fabriles en proceso de desindustrialización, etc., votaron por Donald Trump.
Digámoslo sin ambages, votaron por un ultra que les promete la salvación a
costa del mundo entero, también de parte de su propia sociedad, de gente que
declara paria, expulsable, casi exterminable ─al menos civilmente─. Esto es,
por un fascista.
Trump, Vance,
Musk, están promoviendo descaradamente grupos extremistas por toda Europa. Su
proyecto es abyecto, porque parten de la insolidaridad y de la explotación de
terceros. Están reclamando el aberrante apoyo de los propios europeos a su
modelo de exclusión. Quienes opten por esta vía, no solo firmarán un pacto con
el diablo, estarán dinamitando las bases del contrato social de nuestras
sociedades.