22/7/20

HOMENAJE DE PAÍS

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 22/07/2020. Contraportada.

El reciente acto de homenaje a las víctimas de la covid-19 el pasado jueves en Palacio Real, certificó algo que no por obvio resulta menos importante: que vivimos en el siglo XXI y en un gran país. El absurdo y el ridículo vino de la mano de la extrema derecha, que antepuso su viejuna agenda de tinieblas e intolerancia al homenaje a las víctimas, a los sanitarios y otras profesiones.
El ritual civil, organizado en sucesivos círculos concéntricos, evitaba con acierto distingos protocolarios. Se trataba de enaltecer a los miles de fallecidos como personas integrantes de nuestra comunidad nacional, independientemente de quienes fueran o a qué clase pertenecieran. A diferencia de otras pandemias del pasado en las que la posesión de medios y recursos marcaba una inmensa diferencia, en el caso de la covid-19, ningún privilegio, alta posición o sangre azul ha evitado el contagio, como pueden atestiguar ricos, estrellas y primeros ministros del mundo.
El círculo, además, proporcionaba igual trato a las figuras políticas —que tienden a acaparar estos actos—, a las distintas confesiones religiosas, y a los centenares de desconocidos representantes de nuestra sociedad cuyo trabajo y esfuerzo durante la pandemia ha representado la inmensa muestra de solidaridad y apoyo dada entre los españoles para salir adelante.
Fue un acto hermoso, con pocas pero necesarias voces, de respeto a las víctimas y de homenaje a los profesionales en primera línea de lucha contra el virus. Un acto de país, sin personalismos, sin ventajismos ni cálculos secundarios. Un acto ejemplar.
El histrionismo de Vox nos vuelve a la España de charanga y pandereta: son un lastre social que lucha por impedir el reconocimiento de la modernidad en la que vivimos. La guinda la puso Espinosa de los Monteros al dar pábulo a las comparaciones del acto con rituales masónicos, una evocación que haría las delicias de sus votantes más provectos al recuperar viejos cocos y contubernios.
Me siento orgulloso de la imagen dada el pasado día 16: la de un país unido en el dolor y en el esfuerzo por superar la crisis. Un acto de dimensión europea y de gran altura humana. Una muestra de cómo podemos entender España sin la necesidad de poner a nadie por delante ni arriba ni abajo. Y con el reconocimiento debido a nuestros servidores, cuidadores y trabajadores.



17/7/20

BUSCANDO RESTOS DEL FRANQUISMO


Estamos recopilando elementos que atenten contra la Ley de Memoria Histórica en Burgos (ciudad y provincia). Si conoces alguno, por favor, háznoslo saber con indicación del lugar, mínima descripción y, si es posible, fotografía. 

¡Gracias!

Puedes escribirnos a evidenciafranquismo@gmail.com



8/7/20

DE LA OPINIÓN...

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 08/07/2020. Contraportada.

En este país la preocupación por los derechos y libertades va por barrios o por colores, y las indignaciones más acaloradas casi siempre son en una sola dirección. A vueltas con la libertad de prensa, se están oyendo auténticas barbaridades como si se hubiera cometido un crimen por opinar sobre un opinador, que es lo que en el fondo ha pasado con la ridícula polémica entre Pablo Echenique y Vicente Vallés.
En España, la diferencia entre informar y opinar no está bien delimitada. Hubo un tiempo en que los grandes medios evitaban la confusión de géneros con distinción de firmas y secciones. Ya no. También se evitaba que los presentadores de las noticias publicitaran productos de consumo porque se entendía que podía haber un elemento engañoso en el uso de la imagen y voz de aquellos a los que confiábamos nuestra información. Hoy, quien da las noticias, vende seguros o alarmas como si nada, y opina dentro de su propio programa sin distinción real entre secciones. Y toda opinión es objeto de opinión, por lo tanto, de crítica. Porque ese es otro derecho fundamental.
Vemos noticiarios llenos de sesgo, titulares torvos, retorcimientos de los datos y hasta mentiras crasas y terribles como la atribución de los atentados de Atocha a la banda terrorista ETA, y aquí no ha pasado nada. A los responsables de medios, como bien cuenta David Jiménez en su libro El director, llama todo VIP que se precie a exigir, protestar u orientar… Pero un día, un portavoz parlamentario que no pertenece a los grupos de presión habituales, ni a consejos de administración, ni a grupos acaparadores de participaciones accionariales, se le ocurre criticar al informador que extiende sus comentarios/valoraciones personales a la información, y se arma el pitote. No hubo tal revuelo cuando Vox prohibía la entrada a sus mítines a ciertos periodistas, o cuando en cadenas televisivas privadas y aún eclesiales se ponía como chupa de dómine a todo sospechoso de ser de la cáscara amarga. Ni cuando el PP crucificó a probos periodistas como Xabier Fortes (TVE) o Javier Ruiz (Cuatro).
Más allá de la escasa fortuna twittera de Echenique, ¿acaso no es verdad (probado judicialmente) que existen cloacas en el Estado (en todos los Estados)? Defendamos, siempre, la libertad de prensa…, pero que no nos den gato por liebre.