SERIE ULTRA. IV
27/7/23
LA ALCALDESA QUE HACE NECESARIA LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
25/7/23
ABRIR LOS OJOS
DIARIO DE BURGOS, 25/07/2023. Página 5.
La derecha no
entiende a España. Esta es la gran conclusión. En su deslizamiento hacia la
convergencia con su espora, Vox, el PP se ha abonado a tesis que le supondrán
un constante lastre y la imposibilidad de alcanzar el Gobierno.
El Partido Popular
nos ha mostrado que tiene un grave problema de identidad, amén de cierta inconsistencia
presidencial. No sabe si el feminismo es algo positivo; no sabe si es demócrata
o franquista; no parece tener claro los derechos de las minorías sexuales; ni
si el sistema constitucional autonómico merece su defensa; no valora lo público
como instrumento de servicio y equidad; censura la cultura que no se ajusta a
su ideología; le molesta toda diversidad... Esta panoplia de confusiones es la
que ha levantado a los españoles, que han llegado a votar instrumentalmente,
con plena inteligencia de lo que hacían, por la defensa de todo eso que el PP y
Vox han mostrado que estaba en riesgo o ya desapareciendo con sus pactos
municipales y regionales.
La derecha
tiene un profundo amor por la abstracción. La España que abanderan no existe, o
tal vez sí, pero solo en guetos de privilegiados, en envejecidas ensoñaciones
nostálgicas, en circuitos de frustración, en conciliábulos sectarios. Desprecian
el conocimiento y la ciencia para amarrarse a rotundas leyendas, a superadas
teorías neoliberales, a esquemas caducos. Los mapas postelectorales de abundoso
azul y escaso rojo falsean que en cada provincia miles de personas se han movilizado
para atajar el reino de mentiras, constricciones y manipulaciones visibilizadas
en esta campaña.
Sí, ahora
llega la cuestión de formar gobierno, pero ese es un segundo reto. Y quienes
parece que lo harán, vienen de una engrasada cultura de pactos y negociaciones.
Ese tipo de nueva gestión, de política constante de tan buenos resultados, como
muestran nuestra economía y derechos, hemos de aprender a valorarla, y a
defenderla. Basta de cegueras autoinfligidas. Hay que abrir los ojos a lo que
es España.
11/7/23
AQUEL LIBRO...
DIARIO DE BURGOS, 11/07/2023. Página 5.
En el verano
de 1982, en la penumbra de mi cuarto/refugio, leí extasiado la primera edición
de La conjura de los necios, de John Kennedy Toole (Anagrama, pastas
amarillas). Tenía quince años y no daba crédito a aquella historia del alterado
Ignatius Reilly, un tipo sucio, gordo y dejado, masturbador compulsivo que a la
vez era un observador lleno de ingenio dedicado a denunciar la necedad abundosa
que le rodeaba. Conocer aquel antihéroe entre rabelaisiano y cervantino (imposibles
calificativos por aquel entonces), cambió mi vida.
Era julio de
1990 cuando, sentado en un ventanal que daba al mar de la antigua Universidad
Pontificia de Comillas, leía con profusión La saga/fuga de JB (Círculo
de Lectores, 1988). Jamás podré olvidar aquella tarde en la que una húmeda brisa
desordenaba mi pelo y las vidas de los JB y demás ingenios del Casino de Castroforte
del Baralla. Allí mismo, me prometí comer, cual comunión sagrada, la horrenda
lamprea, lo que pude cumplir más de treinta años después.
En una
residencia universitaria de Wisconsin, en 2003, leí aceradamente El Quijote
(edición crítica de Francisco Rico, 1998). Una tarea entre vespertina y
nocturna en la que se me iban las soledades y la sonrisa, en la edad en que uno
debe leer las cosas valiosas (subrayando, como dios manda) y dejarse de
adaptaciones simplonas. La segunda parte fue una revelación y me sentí unas
veces tan Quijote como Sancho otras, cobrando conciencia de cuán pocos hombres
buenos senderean por el mundo frente a tantísimo hideputa suelto.
Podría llenar
páginas enteras de veranos y otras tardes de libros que eslabonan momentos de
felicidad plena de mi vida (es mi gran tesoro, Jim). Temo, sin embargo, que según
va la estupidez política, lo de Bradbury deje de ser ficción y tengamos que
memorizar los libros prohibidos por incendiarios como Abascal o el alcalde de
Briviesca. Vivir para v(le)er.