DIARIO DE BURGOS, 25/05/2022. Contraportada.
A lo que se
observa, la paremiología da más alegrías que la política, particularmente en
Castilla y León. El alegre rosario de comparecencias de los consejeros y
vicepresidente verdachos, nos han deparado hallazgos y sorpresas impropios de
la vieja reciedumbre de nuestras Cortes. Desde luego, no han defraudado.
Quienes ilusoriamente pensaran que la búsqueda de perfiles competentes para los
cargos Voxunos iba a suponer grisura mediática, se equivocaban. Arrancó el de
Industria, Comercio y Empleo, Veganzones, con que venía a “combatir el virus
del comunismo”, mostrándonos que volvemos a las viejas tretas ─“que vienen los
rojos”─, que nos devuelve a los tiempos de la Guerra Fría y, afinando un poco
más, a la tecnocracia desarrollista.
El consejero
de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Dueñas, nos pintó un coco de
“agendas globalistas” con excesivo “componente ambiental”. No tuvieron desperdicio
sus admoniciones sobre que lo de luchar contra el cambio climático es una
sibilina estrategia para implantar un nuevo orden político.
En cuanto al sr.
consejero de Cultura, dueño de la inseguridad acallada de quien sube cada noche
al tablao ─y con el alma presa de angustias fáusticas─, peroró sobre su
currículo y los toros, o viceversa. Quedó claro lo que marcan las experiencias
infantojuveniles al señalar Santonja que nos “impondrá un centro documental
taurino”, necesidad acuciante en la Comunidad. El aromilla berlanguiano que sobrevolaba
la sala de las Cortes rozó el guion de La
vaquilla, pero quedose el aire más conforme al verdugo Amadeo de don José
Isbert.
En cuanto a la
intervención del vicepresidente ayuno, rompió moldes. Arribamos al jaleo squadrista, al insulto, la manipulación
de datos, las mentiras crasas, acusaciones imposibles… Juan, el repoblador, habla de una “región
maternal”, de un nuevo Lebensborn
para Castilla y León, lo que aclara bastante el paisaje ideológico al que nos
estamos refiriendo.
En fin, que ya
están aquí.