29/4/25

QUÉ (O PARA QUÉ UN) PAPA

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS. 29/04/2025. Página 5. 

La Iglesia creó el neoliberalismo, allá por los tiempos feudales, con el hallazgo de las indulgencias. Los crédulos fieles convirtieron a la santa institución en la mayor poseedora de tierras de toda Europa donándole sus haberes para comprar su salvación individual. Así es como se forjaron sus sacrosantas bases milenarias, los verdaderos pilares de la tierra.

La Iglesia se asienta sobre la gestión y consuelos de las angustias de la vida y los terrores de la muerte prometiendo gozos incomprobables, todos en un más allá que solo los tonsurados intermediarios dicen conocer, y del que, por más resurrección que exalten, nadie ha vuelto para contradecirles. La verdadera eternidad es la de su existencia a lo largo de los siglos.

Los fascinantes ritos que se nos ofrecen ante y post la muerte de este papa singular, son ocasión de pensar la historia y el presente de esta institución única y mundial que es la Iglesia católica, con tantos rostros y apariencias, capaz de contentar a un sinfín de contrarios, de prometer cuantas liberaciones se deseen como ser la más represora. Una institución viril, encastrada en la tradición imperial romana, organizada como un poder absoluto, interfiriendo en la vida política de cada país, burlando a los inocentes con lo de que “mi reino no es de este mundo…”, para suscribir concordatos y acuerdos, exigir financiaciones, apoyos, casillas en el IRPF... Tan de esta realidad que andan muy escasos de arrepentimiento por sus abusos.

Tras la firme figura de Francisco, que ha mostrado un camino de compromisos verdaderamente humanos, de otras formas y afectos, lejano a corrupciones, distante de latines, oros y tronos, de prelaturas y privilegios, abierto a la misericordia con los desclasados y olvidados, han saltado los indignados conservadores amenazando con cismas. Ergo, reconociendo la necesidad de una Reforma II. Sabrán por qué…

Qué nos regalará el cónclave, es un misterio, pero si la cosa va hacia la oscuridad conservadora, el mundo será un poco peor. Los involucionistas y reaccionarios que hasta ahora conocemos, muchos al frente de gobiernos, se han caracterizado por mentir, engañar, ofender, invadir, rapiñar, violar, matar, exterminar…, no solo por sí y para sí, sino en el nombre de Dios. Justo lo contrario de lo que les pidió ese pobre papa argentino que cada noche llamaba a sus queridos palestinos para darles un poco de amor. Veremos para qué sirve un nuevo papa.



 

16/4/25

LA "SAETA CASTELLANA"

Ignacio Fernández de Mata. 16/04/2025. 


  Ya me he referido en alguna ocasión a la concepción del centro de Burgos como un Disneylandia, por ejemplo, con el degradante proyecto de Xpande, que no es sino un ejercicio de turistificación que expulsa al ciudadano local para convertir el espacio urbano en un área de servicios para el visitante madrileño, vasco o guiri que solo requiere patrimonio-disney y hosteleríayusismo. La Semana Santa ha sido desde hace tiempo un adelanto de todo esto. Y su transformación/perversión fue ya comentada. En el caso de la de Burgos, casi no queda nada de la original en su formato actual (porque era sosa). El antropólogo Jose Mansilla (@antroperplejo) también lo ha descrito en términos precisos: La disneyficación de la Semana Santa.

 En Burgos, cada año nos sorprenden con una novedad, un paso diferente, una cofradía que “reaparece”, una procesión nueva… Este año toca la saeta castellana: “tras investigar en el cancionero burgalés, la concejalía de Festejos encontró un canto tradicional de la Semana Santa originario de Villafruela a modo de 'saeta castellana'. "Hemos querido poner en valor nuestro propio folclore y creemos que este canto sentido de la pasión de Cristo, que es originario de Villafruela, responde a nuestra identidad", ha explicado la alcaldesa.

  Han investigado y han dado con nuestra identidad, que al parecer estaba perdida.

  Es una novedad desconocida para la ciudad y sus tradiciones; pero, resulta que es “nuestra identidad”.

 “A modo de saeta castellana”, o lo que es lo mismo, el modelo andaluz operando, una vez más, como esquema del parque temático semanasantero que hay que cumplir. De nuevo, todo se hace para un turismo que reclama, que exige, que demanda hitos, presencias, acciones y representaciones. No se trata de religiosidad, no se trata de identidad, se trata de turismo, de hostelería, de pasta.

 Está bien. Se trata del tío Gilito, que tampoco se engañen luego los fundamentalistas pensando que todos comulgan de lo suyo. Están quienes lo viven con pasión verdadera y quienes malmeten con sus líos identitarios, tan mal digeridos. Y como se ve, estos últimos más bien van de palmeros de quienes salen a competir con las otras semanas, a cazar al pardillo turista, a ofrecer el y yo más, vamos, lo que supone la disneyficación (usando las calles, cofrades y demás naturales). Faltaba la saeta. Pues ahí está. Y encima “nuestra”. A ver quién supera eso…, (aunque no sea una saeta).



 


 

15/4/25

EL ACTO...

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS. 15/04/2025. Página 5.  

Aquella mañana temprana de verano, bajo un sol de justicia, mi padre me dejó junto al fresco soto que marcaba lindero con la tierra. En el morral, un trozo de pan, una cantimplora, cecina y queso, y La ciudad y los perros. Cuando lo acabes, vuelve, que te espera un mundo.

Cumplidas las luces, con el andar vacilante, la casa recogió a un niño ajado, ya ido.

A la mañana siguiente, en silencio, almorcé con mi padre a su regreso de su trotada mañanera. Su mirada cálida parecía entender mi turbación y cambio, el efecto ocasionado por el Leoncio Prado. Me pasó el brazo por los hombros y me llevó a la biblioteca. Hoy vamos a conocer el hielo, me dijo con una sonrisa, y me abrió la puerta a Macondo.

El fin de la infancia llegó de la mano de Vargas Llosa y García Márquez, cuyos libros empecé a alternar compulsivamente en la querencia de leer todo lo que escribieran, y con ellos todo el llamado boom y el preboom. Parecía que cualquier escritor latinoamericano abría una puerta al paraíso. Leí con avidez, y a menudo con atracones, las obras del maestro Borges y las de Bioy Casares, leí a Juan Rulfo, a Arturo Uslar Pietri, al gran Julio Cortázar, a Carlos Fuentes, a Miguel Ángel Asturias, al musical Alejo Carpentier, a Rómulo Gallegos, a Jorge Amado, a Juan Carlos Onetti, a Ernesto Sábato, a José Donoso, a Augusto Monterroso, a Alfredo Bryce Echenique, a Álvaro Mutis, a Guillermo Cabrera Infante, luego llegarían otras generaciones… La literatura en español ya nunca más podía contenerse en la Península. De estas pasiones y de alguna historia familiar, surgió un vínculo con América que nada tenía que ver con conquistas ni leyendas rosas o negras, sino con fascinaciones por mundos y personajes, luchas, injusticias, guerrillas y dictaduras que han seguido hasta hoy.

El mundo que me tocó vivir, también lo leí. Y lo que hoy soy se debe al encuentro de sociedades y conocimientos a través de esas grandes inteligencias creadoras que han sido ─son, a través de la perdurabilidad de sus obras─ los escritores latinoamericanos ─y de otros muchos lares─ que topé. Con ellos descubrí que el acto de leer, es revolucionario.

Sentí íntimamente la pérdida de Vargas Llosa. El personaje…, perdónenme, poco importa ya. Su obra, sin embargo, seguirá marcando vidas, recuerdos y disputas, desde una inmarcesible grandeza.



1/4/25

VILLALAR

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 01/04/2025. Página 5.  

 Llega abril con sus reclamos y limpias, la arribada de los invernizos, el remoce de nidos, los retoces y apareamientos primaverales. Abril es vida, brotes, primor. Para los mozos, tiempo de rondas y burlas, de retos y envisques. En Castilla, tiempo de revueltas, que para alguno rayanas fueron con revolución: la de los comuneros, de donde llega la gloriosa derrota de Villalar.

La de 1520/1522 fue una de las grandes ocasiones de nuestra Historia, desde luego, de más importancia y valor que otras que se han querido gestas y solo resaltaban este o aquel nombre de una dinastía o religión. La revuelta de los comuneros puso al reino, a la gente del común, en pie de guerra contra la servidumbre a extranjeros, pero también contra las oligarquías que se plegaban a las exigencias de aquel rey Carlos, con su Adriano de Utrech del brazo, obsesionados por recaudar lo que casi no daba la tierra, para comprar las voluntades de los electores imperiales centroeuropeos. Los castellanos se levantaron contra el rey ausente y aquellos extraños, contra quienes no miraban por el reino, y los pusieron en serios aprietos, hasta que llegaron las traiciones, como la que la ciudad de Burgos hizo a la Causa, de manos del Condestable con los mercaderes del Consulado, ─en contra de lo que sus gentes del pueblo demandaban que se hiciera─.

Villalar, a pesar de la derrota, fue una batalla para la gloria popular. Su memoria quedó para la Historia, en nuestro caso, desde la Transición, momento de verdadera sanción colectiva de una región diseñada en los despachos de Madrid. La poca esencia identitaria actual de Castilla emana de este lugar, de sus reivindicaciones, y de esta fiesta. Ladinamente, Carlos Pollán, de Vox, presidente de las Cortes, se cargó la Fundación Villalar, transmutada en Castilla y León, y con el concurso del PP, busca borrar nuestra fiesta regional con conciertitos en cada ciudad que desmovilicen a la gente, que eviten ir a la campa.

Castilla se siente en Villalar cada 23 de abril. Se afirma cantando el vibrante romance “Los comuneros”. Nuestros pocos símbolos ─Villalar, el pendón─, lo son por nuestra historia y por anuencia popular, y no permitiremos que un facha trumpista venga a decirnos que deban ser los que le salgan de su apellido.

Esta es una llamada a la guerra. Villalar es nuestra, de la gente, nunca fue de los políticos. Defendámosla.