30/9/25

ENSEÑANDO INTOLERANCIA

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA.
DIARIO DE BURGOS, 30/09/2025. Página 5.  

En el instituto Sagasta de Logroño han expulsado a una muchacha por ir a clase con el pañuelo islámico. Eman Akrab es española de origen pakistaní y cursa el exigente bachillerato internacional, que en La Rioja solo se imparte en este centro. Eman es una buena estudiante, quiere hacer Derecho, tal vez en una universidad extranjera. De momento, su nuevo instituto le ha enseñado que es de segunda clase.

¿Cómo es posible creer que lucir el hiyab conculca la obligación “de acudir al centro con vestimenta adecuada” (art. 80.4 del nuevo reglamento del instituto)? ¿Cómo puede equipararse el pañuelo a una gorra de beisbol, a una actitud irrespetuosa? ¿Cómo puede caber en la cabeza de un educador que la inflexibilidad, las restricciones extemporáneas, la intolerancia con las diferencias culturales, son más importantes que el propio deseo de aprender e ir a clase de una adolescente? ¿No entienden que en este y otros casos condenan a las jóvenes a la incomprensión y al abandono?

La Consejería de Educación dice que es discriminatorio ¡para sus compañeros varones! El centro, que la decisión de prohibirlo ─interpretando algo no recogido en el reglamento─ es “por motivos de seguridad, de igualdad de género y de vigilancia en los exámenes”. Colijamos:  musulmana que porte el velo es ladrona, conflictiva y tramposa.

¿Puede tener algo que ver que La Rioja tenga la quinta comunidad pakistaní más grande de España? ¿Por qué que una muchacha quiera, conforme a sus creencias, en plena pubertad,  protegerse de la hiperhormonación de sus compañeros ─con los problemas de una juventud pornificada y escorada a la ultraderecha─, ha de ser visto como un atentado contra los varones? ¿Cumplen mejor el art. 80.4 las muchachas que van con shorts y microcamisetas, los chicos que llevan los pantalones a media pantorrilla? En realidad, la mayoría de los compañeros de Eman se han manifestado a su favor. Los adultos ─Consejo Escolar─ prefieren instar medidas segregadoras en un instituto público en el que se puede enseñar religión católica, pero no permitir que las chicas acudan con el hiyab.

Parece que el Bachillerato internacional de Logroño es de gran cortedad de miras, poco o nada multicultural, ajeno al mundo y a la propia realidad de la Rioja. Más allá del art. 16 de la Constitución, es cuestión de humanidad, de convivencia, o en su defecto, de racismo, de clasismo y de machismo.

¿En qué piensan los que deberían enseñar a pensar?




 

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