19/2/20

EL LÍO DEL COLLEGE

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 19/02/2020. Contraportada.

El General Manager de la Foundation del Westinghouse College for Young Ladies (FWCYL) dio la voz de alarma: las cuentas no cuadraban. Y lo que asomaba parecía lío del gordo.
Según fue contratado, el probo Jeremiah Hawks se preocupó por conocer el estado financiero de la casa; su predecesor había salido por la puerta de atrás y no quería dar pasos en falso. La contabilidad estaba pidiendo a gritos un repaso. No tuvo que rascar mucho. Enseguida vio que pisaba sobre pantanos infectos.
 Papeles en mano, se fue a ver al Chancellor del WCYL.
Una Foundation es el ecosistema perfecto para los depredadores: permite evitar regulaciones estrictas, y con los responsables adecuados, facilita consumos impropios, desvíos de pagos y remanentes, vaciados de cuentas... Las cifras del manager cantaban un escándalo de varios millones de dólares. Iba a arder el Westing, o peor, Oldburg entero.
El Dr. Barnaby Aloysious Montgomery tragó saliva. Aquello podía dinamitar el College desde dentro. Oía contar a Hawks la prolija relación de facturas indebidas o inexistentes, trasvases y saqueos relacionados con miembros de la Junta de Regentes y sentía que el vértigo se adueñaba de él. Veía ya su cabeza en una pica.
−Your Highness, no queda otra que poner esto en manos de la Justicia. Ahora que sabemos de este tomate no podemos mirar para otro lado o nos convertiríamos en cómplices.
−¿De verdad es tan grave?− preguntó tratando de concederse una última prórroga.
−Décadas haciendo pagos fuera de la Ley, creación de empresas fantasma para continuar el vaciado de beneficios, perjuicio al Westinghouse College que no recibe los obligados remanentes. Eso sin contar los gastos injustificados de quienes se han ido de viaje de placer con el dinero de proyectos, se han apropiado de bienes comprados con dinero público o han facturado por trabajos inexistentes, Your Excellency...
Y hay más. Crece el rumor de que preparan candidatura para las elecciones a Chancellor. Tratarán de hacerse con el poder para tapar la cloaca. El enmierde va a ser de campeonato.
−Pufff... Ya veo a los alicortos de Oldburg diciendo que nos lo hemos inventado todo para perjudicarles en las elecciones... Llama al Fiscal General. No queda sino ponernos en mano de la Justicia. Y encomendarnos al Altísimo.
−Puede que ese también salga en las facturas...

[Miércoles 26, presentación de la novela ‘The Chancellor’. Salón Rojo (Teatro Principal de Burgos). 20:00 h.]



5/2/20

¡VIVA LA RESPÚBLICA!

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 05/02/2020. Contraportada.

República es una de las palabras que concentra mayor dignidad y respeto de entre los vocablos políticos. El DRAE la define como “Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento para un período determinado”, añadiendo, “Por oposición a los gobiernos injustos, como el despotismo o la tiranía, forma de gobierno regida por el interés común, la justicia y la igualdad”. Dígaseme qué hay de controvertido en tales asertos.
Las logomaquias de estos días sobre quién aplaude más al rey-símbolo, muestran una vergonzante infantilización de nuestra política, y un problema de fondo: los españoles tenemos rey sin que nos hayamos pronunciado sobre ello. Juan Carlos sucedió a Franco, en 1975, jurando las Leyes Fundamentales y los Principios del Movimiento Nacional y, al poco, en 1978, pasó a ser rey constitucional.  El monarca iba en el paquete de la constitución democrática.
En cualquier caso, con la larga historia que tiene la realeza hispana, el mayor conflicto no es el impulso franquista −que no deja de tener su aquel…−, el tema de fondo es la adecuación del principio político de la monarquía al presente: la exaltación de la desigualdad absoluta en favor de quienes nacen elegidos, ungidos Dei Gratia−, superfuncionarios. Se invoca que es un valor simbólico de unión, lo que supone ignorar que los símbolos los creamos a nuestro antojo y arbitrariamente. Y no será tan valioso con tanta discusión sobre su conveniencia. En cualquier caso, mientras ejerza, lo lógico es ser respetuoso con el símbolo… y, ¿por qué no?, luchar democráticamente para cambiar la Ley.
Aspirar a la fórmula republicana es, antes que nada, ser coherente con el principio democrático de un gobierno elegido por el pueblo, sometido a controles, y temporal. No se es más español por definirse monárquico o republicano, todo tiene su fundamento histórico. Ni que ciertos movimientos nacionalistas ambicionen su independencia bajo fórmulas republicanas, hacen buena a la monarquía, cuando lo que buscan es situarse fuera, independientes. No mezclemos churras con merinas.
La maravillosa expresión de Alberto Garzón cuando se refiere a Felipe VI como “el ciudadano Borbón”, condensa todo ese poder de la igualdad democrática. Jugar a romanticismos novelescos sobre la monarquía es extemporáneo. No digo ya referirse al rey como Majestad, manteniendo los recursos divinizadores, la perpetuación del mito… Una ridiculez anacrónica.
Lo más importante, que blandir al rey no distraiga de acabar con la injusticia social.