DIARIO DE BURGOS, 19/09/2023. Página 5.
Esto, claro,
tiene que ver con la Historia en cuanto compromiso por conocer la complejidad y
verdad de lo sucedido, y no es fácil por las resistencias sociales que genera.
Un régimen como el franquista, obsesivamente manipulador de la Historia,
conllevó que varias generaciones sufrieran acríticamente una horrenda historia
escolar repleta de falsedades y tergiversaciones. Se trataba de inculcar
nacionalcatolicismo, de justificar un golpe de Estado y un régimen dictatorial,
no de enseñar de buena fe. Esa es una larga y perviviente sombra del
franquismo.
Sin embargo, la
Memoria Democrática no es solo un ejercicio de Historia, que también, particularmente
lo es de Justicia, Verdad y Reparación. Una sociedad se construye sobre
consensos y respetos, sobre inclusividad e igualdad. El trabajo de
recuperación, conocimiento, dignificación y reparación de tanto sufrimiento
injustificado, de tanta vida segada o vilipendiada, de tanto empobrecimiento y
anulación, de tanta persecución es un deber democrático. Todas esas voces,
víctimas, todas esas vidas y empeños no son meros asuntos pasados, cosas del
ayer. Eran vecinos, ciudadanos, padres y abuelos, compañeros, militantes,
camaradas…, los más con compromisos de corto alcance, aunque fundamentales para
su pueblo, su ciudad, su fábrica. Los hubo activistas, gente con empuje. Otros,
necesarios compañeros, parejas, matrimonios, hijos. Todos gentes básicas para
una democracia.
Mañana
miércoles, el Secretario de Estado de Memoria Democrática dará una conferencia
en la Facultad de Humanidades y Comunicación (antiguo Hospital Militar) sobre
el valor e importancia de este asunto, que no solo no está superado, sino que
es clave para nuestra ciudad y país. Será a las 19:30 h. Entrada, lógicamente,
libre.