3/10/23

LA IRA ESTÉRIL

IGNACIO FERNÁNDEZ DE MATA
DIARIO DE BURGOS, 03/10/2023. Página 5. 

Son estos días convulsos, llenos de ordinariez y matonismo, de pensamiento débil, de relativismo estéril, de provocaciones hueras, de insultos. Tiempos de hez y macarras. De legión de imbéciles.

Hay una evidente desafección de los valores en otro tiempo compartidos: los democráticos, los de respeto y corresponsabilidad social. No es casual. Se busca degradar, generar enfrentamientos, confrontar grupos, edades, clases… La economía, que no es nada, que son los ricos, los super ricos, ha visto que la expansión de recursos y nichos no es infinita, que para ganar más hay que centrarse en la vieja fórmula: quedárselo todo.

Siglos de hambres, explotación, enfermedades…, de luchas para conquistar el valor de cada vida humana, la igualdad entre hombres y mujeres, la importancia del pensamiento libre, la libertad de prensa, la salud social y la del planeta, para toparnos en cada esquina con energúmenos que reniegan de todo, de cada palabra, de cada pensamiento, de cada logro.

De la mano de la tecnología, los fondos de inversión y las grandes corporaciones, irrumpen sujetos de nulo fuste intelectual, sin preparación, sin mayor compromiso que el de su medro, que andan convenciendo al personal de que pagar impuestos es malo, cosa de incultos, hasta de comunistas… Prometen lo que jamás se debería permitir a un político que se dice responsable, constitucional: acabar con el sistema. De la mano de sus redes sociales, de canales privados y medios de comunicación, hacen creer a la gente que el Gobierno es su enemigo porque les cobra tasas. Nos roba, les dicen. Y tragan, y, cabreados, les votan

Sin impuestos, no hay servicios públicos. Así, el negocio está en marcha, porque se lo quedan los que mandan. Quienes nos suben los precios de los alimentos, encarecen las hipotecas, los alquileres, los medicamentos, el ocio, los combustibles… nos cuentan la milonga de la maldad de los tributos a sabiendas de que nuestros sueldos no subirán como para pagar eso, ni por supuesto, lo que supondrá la educación, la sanidad, la atención social privatizada. El tonto pica con lo de la bajada, y luego se le despluma. Jamás recibirá lo que tenía con el sistema público.

 La peña anda alterada, iracunda. Es por la amnistía, dicen. Ya.





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